domingo, 17 de diciembre de 2017

Decimocuarta etapa (6ª Jornada)

oy describimos la segunda parte de lo que suele venir en las guías como una sola etapa Belorado-Agés y que nosotros establecemos como punto de corte en Villafranca Montes de Oca para dividirla en dos por los motivos que explicamos en la entrada de la 5ª Jornada.
   Al final de esta jornada realizaremos la visita la los Yacimientos y centros explicativos de Atapuerca, de los cuales hablaremos en una próxima entrada del Blog.

Villafranca Montes de Oca-Agés  (17,7 kms.)



Villafranca Montes de Oca
Km 0
 
 
   Desde esta población hasta San Juan de Ortega median 12 kilómetros o casi tres horas de caminata, así que es recomendable hacer acopio de comida y agua para la travesía de los Montes de Oca. Duro, aunque breve, ascenso a la salida de Villafranca Montes de Oca. A la salida de esta población burgalesa comienza la travesía por los Montes de Oca. Al abandonar Villafranca se presentan los mayores desniveles pero comienza a remitir la dureza al llegar a la altura de la fuente de Mojapán.

   Antaño constituyeron un lugar arriesgado donde los peligros aguardaban tras cada matorral, por lo que los peregrinos se concentraban en Villafranca para formar grupos o esperar a algún noble peregrino con soldados a su cargo y realizar la travesía con mayores visos de seguridad. En cambio, hoy, a pesar de tratarse de un tramo muy solitario, ofrecen naturaleza y paz. Dejamos la N-120, subimos junto a la iglesia de Santiago (guarda una talla barroca del Apóstol) y pasamos junto al que fue el hospital de la Reina o de San Antonio Abad (ver imágenes de la decimotercera etapa). El inicio es empinado y conviene tomárselo con calma. El calvario continúa hasta llegar a un mirador sobre las sierras de la Demanda y San Millán y a la fuente de Mojapán, donde la subida comienza a suavizarse (Km 13).
 
   Rodeada de robles, enebros y brezos, la pista continúa su ascenso, primero hasta un repetidor y después hacia un monumento a los caídos durante la Guerra Civil (Km 15,2).
   Acto seguido la pista desciende como un tobogán hasta el cauce de un río para afrontar un duro, aunque corto, repecho. La pista de gravilla suelta se convierte a partir de ahora en una amplia pista forestal cercada de pinares repoblados por la que solventamos los restantes siete kilómetros y medio hasta llegar al monasterio de San Juan de Ortega.

San Juan de Ortega
Km 12
 
 
   El conjunto de edificios son Bien de Interés Cultural desde 1931 y pertenecen al municipio de Barrios de Colina. El santo burgalés Juan de Ortega (1080-1163) fue discípulo de Santo Domingo de la Calzada y colaboró con él en la construcción de puentes y calzadas antes de viajar a Tierra Santa. A la vuelta edificó en el mismo lugar que nos encontramos una iglesia bajo la advocación de San Nicolás de Bari. Según relata José María Lacarra en el segundo tomo de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela: "en su testamento, redactado en 1152 y que se conserva en Ortega como preciosa reliquia, recuerda la edificación de la iglesia de San Nicolás, cómo allí habitaban ladrones y cómo instituyó una comunidad de canónigos regulares de San Agustín". En el interior de la iglesia hay un capitel románico, el capitel de la Anunciación, que recibe la luz que se cuela por una ventana ojival únicamente los días de equinoccio: el 20 de marzo y el 22 de septiembre a las 5 de la tarde, apreciándose que la Virgen se dirige a la luz y no a San Gabriel , como es tradicional.
 
      El sepulcro de San Juan de Ortega, se había conservado en la cripta, pero al inundarse ésta ha sido reubicado junto al ábside de la Epístola. Se trata de una joya escultórica del románico final español. Está completamente decorado con figuras y escenas, con relieves elegantes, de original factura y cuidada labra.
 
   En San Juan de Ortega hay bar y albergue parroquial y para los más sibaritas un centro de turismo rural con todas las comodidades.
   Dejamos el conjunto monástico y llegamos a una carretera autonómica donde se alza una cruz de madera. Hay una variante histórica pero apenas transitada que continúa hacia la izquierda por Santovenia de Oca, Zalduendo e Ibeas de Juarros. Seguimos de frente y cogemos el camino que se interna por un pinar silvestre, ya sin pérdida alguna, en dirección a Agés.
 
Agés
Km 15,7
Entrada en Agés
   Agés es un pueblo de aire rural, habitado por unas setenta personas (2012), población que ha evolucionado al alza durante la última década, tras muchos años de retroceso, ya que superaba los 300 habitantes en el inicio del siglo XX.
   En el Diccionario de Madoz (primera mitad del siglo XIX) Agés tenía 52 vecinos (hogares) y 207 habitantes. Entonces el núcleo contaba con 69 casas, casa consistorial, escuela de primeras letras, hospital e iglesia parroquial. Madoz recoge la tradición de que en este templo estuvieron enterrados los restos de D García Sanchez III, rey de Nájera y Pamplona, muerto en la batalla de Atapuerca en la que venció Fernando I de León, ensanchando así los límites occidentales de Castilla,
   El poblamiento antiguo de la zona, propicia para la caza, se atestigua bien merced a la cercana ubicación del yacimiento de Atapuerca.
   Esta es una comarca explotada ya en tiempos romanos. Se sabe que en la Edad Media (siglo X) tenía Agés (Fagege) una iglesia monasterio vinculada a Santa Eulalia de Mérida, que pasaría por diversas dependencias, entre ellas la del Monasterio de Santa María la Real de Nájera.
   En el siglo XII, El rey Leonés Alfonso XVII impulsó la vía peregrina en esta zona, San Juan de Ortega-Agés-Burgos, lo que sin duda repercutió en el vigor del lugar, que durante siglos siguió vinculado a Nájera. De aquella mejora de infraestructuras aún pervive algún pequeño puente.
 
   Lo más destacado del lugar es su iglesia, original del siglo XV, si bien la espadaña es del XVIII. La bella portada del templo es gótica.
   Junto a la iglesia hay que destacar que también tiene sabor la arquitectura tradicional, en un pueblo en el parecen cuidarse los elementos etnográficos.
   La procedencia del término Agés es confusa. Puede derivar del propio término de origen prerromano que alude a los bienes comunales; del latín Fagege (hayedo o monte de hayas); del vocablo árabe Fageg (el que peregrina) o de la palabra en euskera Agista (frontera). Situado en el valle del Vena, su origen poblacional se remonta al año 900, fecha en que pudo repoblarse.
 
    A la salida del pueblo, a la izquierda de la carretera local que conduce a Atapuerca, hay un puente románico sobre el río Vena atribuido a San Juan de Ortega. Agés es una localidad tranquila y una buena alternativa a San Juan de Ortega, con bar restaurante y varios albergues.
 
 
 

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