viernes, 21 de septiembre de 2018

DECIMOSÉPTIMA ETAPA (2ª Jornada III Tramo)


Hornillos del Camino - Castrojeriz   (20.3 Kms)
  
lejarse de Hornillos por el camino, es ascender a un nuevo páramo con los campos de cereales que nos rodean por todas partes tanto en las mesetas como en los valles. Será fácil escuchar el canto de la codorniz en primavera o el de la perdiz durante todo el año, ya que abundan por esta zona. Después de atravesar la meseta y de un nuevo descenso se llega a San Bol, refugio enigmático, que queda separado unos 150 metros del camino.


   Seguimos el camino en línea recta, ascendiendo, una vez más, a otro páramo con otra travesía y un nuevo descenso para alcanzar Hontanas.

   A partir de Hontanas el peregrino puede elegir entre dos alternativas paralelas y separadas por pocos metros dentro del mismo valle, bien por un camino de tierra que discurre por la margen derecha del valle, o bien por la carretera de poca circulación y vestida toda ella de viejos árboles. Ambos caminos conducen directamente a un lugar mágico: las ruinas del antiguo convento de San Antón, se pasa por debajo de sus arcos y una gran recta, siguiendo la misma carretera, separa al viejo monasterio de la siguiente población que es Castrojeriz y que ya se divisa al fondo.





Hornillos del Camino (Km 0)
   A la salida de Hornillos, el panorama es similar al precedente: una interminable pista de parcelaria que asciende por la meseta cerealista. La única distracción se encuentra a los bordes del camino, decorados por montones de piedra que sacan los agricultores de sus cultivos. Cinco kilómetros después de Hornillos nos encontramos con una cruz de Santiago y setecientos metros más adelante con el cruce hacia el albergue San Bol, situado a la vera del río del mismo nombre.
 
Arroyo de San Bol
Arroyo San Bol (Albergue) (Km 5.7)
   San Bol no es más que una pequeña edificación sobre unas antiguas ruinas, en una zona arbolada con una fuente y una pequeña alberca, el lugar se utiliza como albergue de peregrinos y es uno de los más enigmáticos del camino, por su aislamiento en medio de los páramos castellanos, por su singular belleza y también por su historia.

    En San Bol nace un manantial de agua pura y cristalina en el que tradicionalmente los peregrinos se lavaban los pies, cuando no el cuerpo entero y dice la tradición: "que quien así lo hace, a Santiago llega sano".

    En otro tiempo existió en este lugar una leprosería (1352) y posteriormente un monasterio de la Orden de San Antonio que contaba con un hospital de peregrinos. Así mismo, existió también una pequeña ermita que estaba situada sobre el Camino de Santiago, y mucho tiempo atrás existió un poblado, probablemente llamado San Baudilio, habitado en su mayor parte por judíos sefarditas. Dicho pueblo quedo abandonado en 1.503, once años después del decreto de expulsión promulgado por los Reyes Católicos. Desde entonces, y hasta hoy, son muchas las leyendas sobre tesoros ocultos que recorren esta región.
 
Hontanas
Hontanas (Albergues. Hostal. Casas Rurales. Bar. Tienda en temporada) (Km 10.6)
   Tras una hora más de caminata llegamos, por fin, a Hontanas, agazapado y oculto hasta el último momento. El nombre de la población procede del término latino fontana, fuente en castellano. El sacerdote boloñés y asiduo peregrino (viajó a Compostela tres veces durante los años 1666 y 1673), Domenico Laffi, relató que en Hontanas los pastores rodeaban sus cabañas con un muro para defenderse de los lobos.
   La hospitalaria villa aún conserva, como vestigio jacobeo, un edificio llamado Mesón de los Franceses" antiguo hospital de peregrinos, hoy magníficamente restaurado y habilitado como albergue de peregrinos.
   Su parroquia de la Inmaculada Concepción es una poderosa iglesia del siglo XIV.
 
Castrojeriz (Todos los Servicios) (Km 20.3)
  La calle Real de Hontanas desemboca en la carretera BU-P-4013, que dejamos de inmediato para tomar un camino que parte a la derecha. Pasando junto a las ruinas de una torre (Km 12,7), finalizamos al pie de la carretera (Km 14,6).
 
Ruinas del Convento de San Antón
   La vía carece de arcén y en su lugar se alza una hilera de portentosos fresnos cuya sombra hace mucho más llevadero el tránsito. Pronto, al fondo, ya distinguimos las ruinas del convento de San Antón, cuyos arcos se elevan sobre la carretera (albergue y bar en temporada). Fue fundado en 1146 por Alfonso VII y, en él, los monjes antonianos trataban a los enfermos del mal conocido vulgarmente como 'fuego de San Antón'. El causante de este mal, hoy bien conocido, era un hongo que alteraba el grano del centeno (En una próxima entrada hablaremos de estas ruinas y su historia con mas detalle).
 
 
    Después de traspasar el arco de triunfo que semeja el esqueleto del convento, abordamos la recta de más de dos kilómetros que nos planta en Castrojeriz, última villa burgalesa en el Camino de Santiago.
 
Entrada a Castrojeriz
   Fue un castro celtibérico, posiblemente también romano y posteriormente visigodo, y sin duda su ruinoso castillo fue testigo de toda suerte de batallas entre cristianos y árabes, pero es en el año 1.131 cuando Alfonso VII la hizo definitivamente castellana.

Castillo y Colegiata de Nuestra Señora del Manzano (Castrojeriz)
   La población se desarrolló en el costado sur del cerro del castillo, y a lo largo del camino, casi un kilómetro y medio de longitud, se levantaron iglesias, hospitales (hasta siete se llegaron a contar a finales de la edad media), mesones y todo tipo de comercios.
    Empezando por la Colegiata de Nuestra Señora del Manzano templo románico ampliamente remodelado en el siglo XVIII, continuando con las iglesias de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, gótica y con una elegante portada plateresca del XVI. Como curiosidad, en el lateral que asoma a la calle hay un par de calaveras esculpidas. El desnivel culmina en la plaza Mayor, dotada de soportales donde tomar un respiro.  
 
   Continuamos con el templo fortaleza de la iglesia de San Juan, diseñada por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón en estilo gótico alemán con su hermoso claustro del siglo XIV, en donde se puede apreciar un artesonado mudéjar, y terminando por el monasterio de Santa Clara situado extramuros, y las evocadoras ruinas del convento de San Francisco.
Iglesia de San Juan
   Podemos decir de Castrojeriz que es una de las localidades del camino con mayor monumentalidad.
 
 

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