a comarca de la maragatería está situada
al suroeste de la provincia de León. Sus habitantes se les conoce por
“maragatos” nombre que deriva de la palabra latina “mercator” ya que durante
siglos los habitantes de esta zona eran arrieros y se dedicaron, por tanto, al
transporte de mercancías con carros tirados por mulas a lo largo de toda la
península. La toponimia de la zona no recoge en ningún pueblo la palabra
Maragatería, sin embargo sí se encuentra con mucha frecuencia el topónimo
Somoza. Este era el nombre original de la comarca que deriva de la palabra
latina “submontium” es decir, bajo el monte, ya que toda la comarca se
encuentra en las cercanías del monte Teleno. Es de suponer que la palabra
“maragato” no era el gentilicio de la zona sino que fue un apelativo que le
dieron otras gentes a los habitantes de la comarca debido al oficio de
comerciantes y mercaderes que desarrollaron hasta que en el siglo XIX el
ferrocarril acabó con este tipo de vida.
Su nombre
Los habitantes de la región la llaman País
de los Maragatos, y anteriormente era llamada la Somoza. Se han dado varias
hipótesis respecto al origen del nombre maragato. Inicialmente se
pensaba que derivaba de la expresión latina mauri capti (moros capturados,
cautivos), haciendo referencia a un supuesto origen bereber.
Otras tradiciones pretendieron establecer cierta relación entre el nombre
maragato con el rey Mauregato, quizá porque también se ha supuesto un origen
musulmán o árabe para el famoso rey astur. En cambio, el catedrático de la Universidad de León, Laureano Rubio, sostiene
que, en realidad, el nombre de maragato procede de los tiempos de la arriería,
cuando los somozanos llegaron a hacerse célebres como comerciantes de pescado.
El hecho de transportar productos pesqueros salados desde Galicia (el mar)
a Madrid (los Gatos) ofrece una explicación más plausible, aunque poco
verosímil. Así, el nombre significaría del mar a los gatos, que reducido
queda como maragato.
Historia
El territorio de la Maragatería está
poblado desde tiempos remotos. Recientes descubrimientos de petroglifos
megalíticos, datados por expertos en más de 5000 años, están permitiendo
conocer mejor las culturas prehistóricas de la región. Además, han
revolucionado las teorías sobre Megalitismo
en España, pues esta parte de la provincia de León no se encontraba dentro del
área de las culturas megalíticas. Entre otros megalitos, se descubrió en
junio de 2009 un menhir.
El primer pueblo que habitó estas tierras
del que conocemos su nombre fueron los astures. Más
concretamente, era la gens de los amacos, vinculada
al monte sagrado del Teleno, que durante el dominio romano recibió culto como Mars
Tilenus.
La conquista del territorio astur tras las Guerras Cántabras supuso una nueva reorganización
del territorio astur, en el que la Maragatería se convirtió en el centro del Conventus
Asturum debido a la fundación de Asturica
Augusta, la futura Astorga. Fue creada a partir de un antiguo campamento militar
romano y que se convirtió en la capital conventual. La situación del resto de
Maragatería durante esta época se conoce poco, pero los restos hallados de una
villa romana en el paraje de El Soldán (Santa Colomba de Somoza) permiten hablar
de explotación agrícola organizada. También se ha constatado la existencia de
varios castros,
vinculados con la explotación aurífera de esta zona de las estribaciones de los
montes de León, y que supuso uno de los pilares de
la economía de la época. Hay varios testimonios arqueológicos de estas
extracciones de oro en Fucochico (Luyego
de Somoza) o en Tabuyo del Monte, que
forman parte del Complejo minero del Teleno.
Cultura y tradiciones
La
chifla o flauta maragata es el instrumento tradicional más representativo de la
comarca de La Maragatería, aunque su uso está extendido a toda la provincia.
La chifla está ligada en su uso al tamboril,
y su aprendizaje se centra sobre todo a la tradición familiar o a los
tamborileros de la comarca. En los últimos años, el Ayuntamiento de León ha ofrecido cursos de chifla y tamboril.
En muchas comarcas de la provincia de León la chifla ha sido arrinconada
por otros instrumentos como la dulzaina o el acordeón
en las fiestas tradicionales.
Lingüística
La lengua predominante es el castellano,
pero con importante influencia y presencia del leonés
en la variedad local conocida como maragatu.
Pese a estar en peligro de desaparición, son diversas las iniciativas que desde
las administraciones de la comarca se realizan para conservar y revitalizar el
habla tradicional de la zona, como cursos o
certámenes de relatos.
Gastronomía
De entre la variada gastronomía de la zona,
es sin duda destacable el cocido
maragato. Se trata de un cocido que tradicionalmente alimentaba a los trabajadores del
campo en una sola comida para un duro día de trabajo. El Cocido Maragato consta
básicamente de los elementos del campo, sopa, berza, garbanzos y
siete tipos de carnes.
Se trata de un plato muy celebrado en Astorga o los
pueblos de su comarca como Castrillo de los Polvazares o Santiago
Millas. Una de las características más resaltadas de este cocido es que, en
los tres
vuelcos, se sirve 'al revés', de forma que primero van las carnes del
cocido, luego las verduras, y se acaba con la sopa.
Otro producto gastronómico propio de la
comarca es la cecina:
allí se produce la mayor parte de las englobadas bajo el marchamo cecina
de León.
Entre sus atractivos más destacados
destacan, la arquitectura popular propia de la comarca, que presenta viviendas
adaptadas al oficio de la arriería en pueblos como Castrillo de los Polvazares,
Santiagomillas, Santa Colomba de Somoza entre otros ; las artesanías, sobre
todo las de textiles de lana como se puede ver en los museos del Val de San
Lorenzo ; la gastronomía , además del Cocido Maragato, los arrieros llegaron a popularizar en toda
la comarca una serie de platos muy comunes en los puertos marítimos, por
ejemplo el bacalao, el pulpo y el congrio al “ajoarriero”, también la micología o la
elaboración tradicional de miel enriquece la gastronomía maragata de temporada
como se puede descubrir al visitar los centros de interpretación del pueblo de
Tabuyo del Monte; el patrimonio monumental relacionado sobre todo con el camino
de Santiago a su paso por la comarca Rabanal del Camino es un buen ejemplo de
ello , los restos arqueológicos como los Petroglifos de Peñafadiel, encontrados
junto al pueblo de Lucillo en las mismas faldas del Monte Teleno; o los
vestigios de las explotaciones auríferas que los romanos practicaron
abundantemente en toda la zona y que se pueden visitar siguiendo la Ruta del
Oro ; el folclore tradicional, con la música y los trajes típicos maragatos que
se pueden ver en las fiestas populares como la Romería de la Virgen de los
Remedios, patrona de toda la Maragatería que se celebra en Luyego de Somoza el
segundo domingo de octubre; las rutas naturales y de senderismo por sus
bosques, riberas, cascadas y zonas montañosas de la Sierra del Teleno que
muestran la belleza de esta singular comarca leonesa.
En
la comarca Maragata la cultura gastronómica es el Cocido Maragato. La
comarca de la maragatería se sitúa en el suroeste de la provincia de León y a
los que la habitan se les conoce como «maragatos», término proveniente del
latín, en concreto de «Mercator» (mercader o comerciante).
Desde
la época de los pueblos maragatos arrieros, es costumbre comer el
cocido al revés: es decir, comenzando por la carne y terminando por la sopa.
“Cuando
los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros, llevaban
entre los utensilios necesarios para sus largos desplazamientos, una fiambrera
circular de madera con su tapa también de madera, donde guardaban en ella
porciones de carne de cerdo cocida, que se conservaba fresca cierto tiempo. Al
llegar a las posadas o mesones comían primero lo que ellos llevaban en las
fiambreras de madera, por supuesto alimentos fríos, y para terminar y
"entonar" sus estómagos pedían al mesonero o al posadero una sopa o
caldo caliente.”
Así
es como lo explican las personas mayores de los
pueblos maragatos arrieros, que lo vieron comer en ese orden a sus
padres y a sus abuelos cuando regresaban de los largos viajes, introduciendo
así en sus familias la costumbre de comer el cocido maragato al
revés.
Cuatro amigos dando cuenta de un Cocido Maragato |
Nada
que ver con las leyendas que circulan en torno a esta paradoja, en las cuales
se cuenta que cuando los franceses andaban por estas tierras en el siglo XIX, las
tropas de Napoleón estuvieron acantonadas en distintos enclaves, uno de los
cuales fueron las tierras maragatas.
Cuenta
la historia que los laboriosos maragatos salían cada día a los campos para
dedicarse a sus actividades de pastoreo, laboreo de las tierras, siembra,
recolección, incluso a la apicultura. Llegada la hora del mediodía, la mujer de
la casa hacía sonar el triángulo con el que llamaba a los hombres a la mesa.
Invariablemente, cada día se les servía el cocido.
Las
huestes napoleónicas escuchaban el tintineo del triángulo y se aprestaban a
tomar la casa por asalto, pero provistos de algo de humanidad, dejaban que los
moradores comiesen el primero y el segundo plato, es decir, el caldito de
fideos y las verduras y garbanzos y cuando calculaban que se estaba preparando
el tercer plato, penetraban a saco en la casa y se comían las exquisitas
carnes.
Los
maragatos eran sumisos, pero no tontos, así que decidieron empezar la comida al
revés, es decir, la carne y las verduras y cuando entraban los soldados
solamente les quedaba el caldo. Quizás
luego comprobaran que esta forma de comer hacía más fácilmente digerible el
pesado yantar e incorporaron la moda a su gastronomía, convirtiéndola en costumbre.
Mantecadas de Astorga caseras
Mantecadas
de Astorga caseras, han
hecho famoso el nombre de esta ciudad leonesa en el mundo entero, es casi
automático pensar en Astorga y en sus mantecadas. Elaboradas con ingredientes
sencillos su historia se remonta al siglo XIX. La leyenda dice que fueron uno dulce de
convento, que triunfó y dio lugar a una larga tradición repostera.
Historia de las mantecadas de Astorga
Las mantecadas de Astorga son un dulce de
convento, surgieron en el Monasterio
de Sacti Spiritus donde una de las monjas los preparaba. Su éxito
fue tal que pronto comenzaron a fabricarse fuera del convento.La primera referencia escrita de la receta
es de 1805, a lo largo del siglo
XIX surgieron los primeros obradores, y en la actualidad son
siete. Las mantecadas fueron fuente de progreso para Astorga y la comarca.Su calidad y la historia que tienen tras
ellas le ha valido la concesión de Indicación Geográfica Protegida. Solo se
pueden etiquetar y vender mantecadas de Astorga con este nombre las elaboradas
en Astorga y comarca y estén inscritas en el Registro de Obradores. De esta
forma cuentan con el sello del
Consejo Regulador que garantiza la máxima calidad del producto.La receta original y el proceso de
elaboración se mantiene igual que hace dos siglos. Usan manteca de vaca (que al ser difícil
de encontrar en el supermercado la sustituimos por manteca de cerdo), huevos,
harina y azúcar. Se introduce la masa en unas cajillas de papel que se hacen a
mano, gracias a esto se creó en Astorga
el oficio de las cajetilleras. Estos dulces tienen una larga
duración, 60 días para las elaboradas de octubre hasta finales de marzo, cuando
las temperaturas son más bajas, y 45 días para las elaboradas de abril a
septiembre.
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