domingo, 12 de noviembre de 2017

Leyenda de Roland y el gigante Ferragut

  
ntes de entrar en faena y comenzar a describir las distintas etapas de este segundo tramo del Camino que realizaremos en Mayo del 2018 vamos a relatar una de las múltiples leyendas que existen en el Camino, pero referida a este tramo y que nos remite a tiempos fantásticos de un pasado incierto.
 

Se trata de la Leyenda del Gigante Ferragut y de otro personaje ya conocido anteriormente por nosotros, Roland, sobrino de Carlomagno.

   Por el Camino de Santiago, ya en La Rioja, pasado Navarrete y Tricio, se halla el Poyo de Roldán. Queda a la derecha de la carretera y se trata de una colina (poyo) lugar donde se desarrolla la batalla de la leyenda:

  
   A las puertas de la ciudad de  Nájera, en los parajes de Alesón, se encuentra el escenario de una de las primeras y más extendidas leyendas del Camino: el combate entre el caballero Roland y el gigante Ferragut. Aún se conoce como Poyo de Roldán al término donde la tradición sitúa la gesta. Lugar donde además dicen que está enterrado un gran tesoro como pago de sus habitantes a los capitanes galos al frente de Roland. Otra referencia de esta leyenda la encontramos en dos capiteles en la localidad de Navarrete.

  
   En su incursión en la Península Ibérica, Roland  y sus caballeros se quedaron a hacer noche en la villa de Alesón. Al día siguiente partieron hacia la Atalaya del Poyo, desde donde se divisaba el castillo de Nájera. El señor del castillo era un gigante de Siria que había sido enviado por el Emir de Babilonia con veinte mil sarracenos y cuyo nombre era Ferragut, con siete codos de altura, un palmo de nariz y la fortaleza de cuatro hombres y que procedía del linaje de Goliath. Desafiante el gigante retó a Roland en combate y el caballero francés no dudó en aceptar.

   La batalla tuvo lugar como escenario la explanada que se extendía entre el castillo najerense y la atalaya de Alesón. Tras horas de lucha de los dos bandos a caballo, Roland y Ferragut concertaron una tregua y el gigante, reconociendo la valía del caballero, le ofreció perdonarle la vida si dejaban de luchar. Pero Roldán se negó.

   Tras dos días con sus noches de batalla, el gigante cayó sobre Roldán y con sus más de doscientos kilos lo inmovilizó por completo. El caballero se dio cuenta de que el único punto vulnerable de Ferragut era su ombligo y, con las pocas fuerzas que le quedaban, consiguió clavar su puñal en él, causándole la muerte.

 
   Así fue como los árabes abandonaron Nájera y Roland se ganó la fama de mejor guerrero de la Cristiandad.
   La tradición se encarga de que la leyenda de Roland perdure y se agrande en los nuevos reinos cristianos peninsulares, favorecida por el interés de los reyes en mantener viva la cruzada contra el infiel.
 

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