viernes, 8 de junio de 2018

SEGUNDA JORNADA: VENTOSA-CIRUEÑA

  
oy describe Isidro lo que fue esta segunda Jornada, que corresponde a la 10ª Etapa general del Camino Francés que iniciamos el año pasado en los Pirineos y que en este segundo tramo continuamos ayer desde Logroño.
 

   Se inicia en Ventosa y la terminamos en Cirueña, seguimos siendo nueve: Isidro, Sole, Nati, Roy, Cristina, Inmaculada, Daniel, Isabel y yo, Vicente. El kilometraje ha oscilado entre los descritos en la guias (25.8 Kms) y el que han marcado los diferentes Endomondos que llevábamos funcionando (28.91)

 

Lo primero que pondremos será el plano:
 
 
y el perfil:
 
 
 

 
 
 

Iniciamos la etapa más larga de este segundo tramo, por primera vez divididos en dos grupos: por una parte Isabel, Nati, Inma, Cristina, Sole y Vicente que salen después de desayunar sobre las 7,30 y por otra Roy, Dani y yo que lo hacemos casi una hora más tarde debido a que llevamos los coches a Cirueña y regresamos en taxi, de nuevo a Ventosa.
Cuando llegamos a Cirueña para dejar los coches la estampa no podía ser más desalentadora; unos cuantos kms antes del pueblo apareció una espesa niebla que apenas nos dejaba ver unos metros más adelante.

El comienzo de la etapa la hacemos rodeados de viñedos, más o menos brotados por esta época, de una belleza característica.
 
 
Iniciamos la subida al alto de San Antón, compuesta por unos 500 primeros metros duros, pero que transcurren por buen camino, y unos últimos 200 metros por sendero pedregoso y complicado, de una dificultad mediana, y al coronarlo divisamos el valle del Najerilla, cubierto todo él de cepas, y a lo lejos Nájera.
          Tras pasar el Alto de San Antón existe el cerro conocido como Poyo Roldán donde se sitúa uno de los escenarios en el que se desarrolló, según la leyenda, el combate entre el caballero Roldan, sobrino de Carlomagno, y el Gigante Ferragut.
 
 
 
Al culminar una de las ascensiones que nos conducirán hasta Nájera nos encontramos con una curiosa construcción llamada GUARDAVIÑAS, construcción circular que servía de refugio a los agricultores y utilizado por los guardas de campo para custodiar las cosechas.

 
    Más adelante, antes de llegar a Nájera, en una de las paredes de la fábrica de cerámica aparece un poema dedicado al peregrino que refleja, según mi humilde entender, lo que la mayoría de los peregrinos sentimos al hacer el Camino.
 
 

 
El camino hacia Nájera se hace eterno, estoy seguro que la razón de esa interminable llegada está en que hace un montón de kms. que la divisamos y de ahí tu tardanza.

Por fin llegamos a Nájera, y tras atravesar el Rio Najerilla por un precioso puente de hierro nos reunimos todo el grupo.



Después de tomarnos un refresco nos dirigimos hacia el interior de la ciudad para tratar de visitar el MONASTERIO DE SANTA MARIA LA REAL; cuestión baladí, curiosamente según un paisano que nos atendió muy amablemente solo abren los domingos, así que no tenemos otra alternativa que seguir hacia adelante.
 


 
Saliendo por la Calle de la Costanilla iniciamos la ascensión del alto de Nájera. En la parte alta entramos de nuevo en grandes extensiones cubiertas de viñedos, que nos acompañarán hasta Azofra.
 


 
 
Tras atravesar Azofra, a poco más de 1 km pasamos junto a una picota o Rollo Judicial, del siglo XVI conocido como EL ROLLO DE AZOFRA, columna donde se exponía a los reos o ajusticiados para persuadir a futuros delincuentes.




 En cuanto al paisaje, los campos de cereal van arañando progresivamente el terreno a la vid, señal de que Castilla está cerca, aunque hasta mañana no daremos el adiós definitivo a La Rioja. 
Los campos de trigo, cebada y avena han sustituido a los viñedos. Tuvimos la gran suerte de que una ráfaga de viento los moviese como bailarinas y Nati la gran idea de grabar este precioso video.
 
 
 
 
Desde el Rollo de Azofra hasta Cirueña fue un continuo subir, subir, subir….. ¡¡ Parece que Cirueña no llegaba nunca !!, pero al fin llegó. Inmaculada y Dani, que se habían adelantado, aparecían a lo lejos junto a la estatua del peregrino que nos daba la bienvenida.
 

El camino hasta el Albergue (magnífico trato el recibido por los propietarios de Casa Victoria) fue como había sido la etapa, largo, largo, largo. ¡¡Pero mereció la pena!!. Otra etapa terminada.

 

 

 

Isidro Diez
 


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