viernes, 16 de noviembre de 2018

LEYENDA DEL PRADO DE LAS LANZAS. LA BATALLA DE SAHAGÚN

la salida de Sahagún nos encontramos  un sólido puente (Puente de Canto) sobre el río Cea y al lado un prado arbolado donde se asienta una de las leyendas carolingias que el autor del Códice Calixtino, fue distribuyendo con el fin de hacer mas interesante y atraer a los peregrinos de la época, relacionando a Carlomagno con el Camino de Santiago.
Puente sobre el rio Cea. Sahagún
   Cuenta que Carlomagno se hallaba en el empeño de liberar a los fieles del Camino del sarraceno Aguiolando y encontró la ocasión a la ribera del Cea, en Sahagún. Los cristianos clavaron sus lanzas junto al citado rio, y al amanece del día siguiente estas, se hallaban adornadas con ramas atribuyeron el hecho a un milagro del Señor.  Las cortaron a ras de tierra para la batalla en la que murieron 40.000 cristianos y el caballo de Carlomagno, pero de los restos enterrados nacieron las raíces de la frondosa chopera que nos encontramos al cruzar el Puente del Canto. También el Códice Calixtino afirma que Carlomagno mando construir la basílica de los mártires y la abadía.

Chopera en el Prado de las Lanzas. Sahagún
   Es Aigolando un Personaje de ficción citado en el libro IV -Historia de Turpín- del Codex Calixtinus (s. XII), donde se narran los legendarios viajes a Hispania del emperador Carlomagno para descubrir y liberar el sepulcro de Santiago el Mayor de los sarracenos, así como el camino que llevaría hasta él, en los confines de Occidente. Tras lograr estos objetivos en un primer viaje, el emperador franco-alemán, ya de vuelta a la Galia, conoce que un rey moro africano llamado Aigolando ha conquistado de nuevo España. Ante esta situación, Carlomagno regresa a la Península, localizando a Aigolando en Tierra de Campos –Sahagún–. Tras una serie de combates, lo derrota y lo obliga a refugiarse en León.

   Vuelve a atacar Aigolando al emperador en territorio francés y acaba de nuevo derrotado, refugiándose esta vez en
Pamplona. Carlomagno, decidido a acabar de una vez con aquel duro enemigo que amenazaba la vía libre al sepulcro apostólico, prepara un gran ejército con el que atacarlo. “El Camino de Santiago separaba a los dos ejércitos”, relata la Historia de Turpín. Antes del combate de Pamplona, ambos reyes mantienen una discusión teológica de la que sale vencedor el emperador franco. Ya en la batalla, éste derrota y mata finalmente al rey moro.


a memoria de estos legendarios relatos está viva en varios puntos del
Camino Francés a su paso por Navarra y Castilla y León. En Sahagún, León, sitúa por ejemplo el libro IV el enfrentamiento en el que Aigolando mata a un gran número de soldados cristianos de Carlomagno. La noche anterior al combate, las lanzas de los que iban a morir habían florecido como árboles. Sus raíces iban a pervivir como ejemplo de la fe en Dios.
   La
tradición cita una zona de chopos de Sahagún, al lado del río Cea y en las inmediaciones del Camino, como fruto de aquel milagro. En algunos relatos orales aparece Aigolando como un gigante.



De lo que significa la batalla y las lanzas floridas, según Turpín

   En la referida batalla puede entenderse la salvación de los combatientes de Cristo; pues de la misma manera que los soldados de Carlomagno cuando iban a pelear, prepararon antes del combate sus armas para la lucha, así también nosotros debemos preparar muestras armas, esto es, las buenas virtudes, para luchar contra los vicios. Quien oponga, pues, la fe contra la herética maldad, o la caridad contra el odio, o la largueza contra la avaricia, o la humilidad contra la soberbia, o la castidad contra la lujuria, o la oración asidua contra la demoníaca tentación, o la pobreza contra la opulencia, o la perseverancia contra la inconstancia, o el silencio contra los denuestos, o la obediencia contra la humana rebeldía, tendrá su lanza florida y vencedora el día del juicio de Dios. Oh cuán feliz y hermosa será en el reino de los cielos el alma del vencedor que luchó debidamente contra los vicios en la tierra! 
   Nadie será coronado, sino quien haya luchado como es debido. Y como los guerreros de Carlomagno murieron en el combate por la fe de Cristo, de la misma manera también debemos nosotros morir para los vicios y vivir para las santas virtudes en el mundo hasta que merezcamos tener la florida palma del triunfo en el reino celestial.


La batalla de Sahagún


  Al cabo de los siglos (el 21 de diciembre de 1808) Sahagún fue escenario de una batalla, esta vez histórica, se desarrolló un choque de caballería en el que el 15.º Regimiento ligero de dragones (húsares) británico derrotó a dos regimientos franceses durante la Campaña de la Coruña de la Guerra de la Independencia española, uno de los cuales fue completamente desbaratado. Esta acción marcó el final del avance del ejército británico hacia el interior de España, y fue seguido por la retirada de sus fuerzas hacia la costa y posterior evacuación.


Antecedentes
   A finales de 1808, John Moore estaba al frente de las tropas británicas enviadas al noroeste peninsular en apoyo de los españoles en su lucha contra la ocupación francesa. Napoleón había penetrado en España al mando de un potente ejército (la Grande Armée) con el fin de recuperar las posiciones francesas, muy deterioradas en los últimos meses del conflicto. Esto, junto con la caída de Madrid en poder de los franceses, convertía la situación del ejército británico en prácticamente insostenible.
Mariscal Jean de Dieu Soult
   Moore, cuyo cuartel general se asentaba en Mayorga, era consciente de la necesidad de retirarse hacia la costa, ante los acontecimientos que se avecinaban. Sin embargo, sabía que las tropas del mariscal francés Soult estaban acampadas en las cercanías del río Carrión y, en principio, desasistidas. Antes de iniciar su retirada, decidió lanzar un ataque contra Soult, para lo que envió a Lord Henry Paget contra los franceses.

La batalla
   En una gélida noche, Henry Paget dio orden al 10.º Regimiento ligero de Dragones (Húsares) de marchar hacia Sahagún, ocupada por la caballería francesa, mientras él rodeaba la villa con el 15.º Regimiento para completar el cerco. El general John Slade se retrasó en la salida del 10.º Regimiento, lo que permitió a la caballería francesa conocer las intenciones de los ingleses y salir por el este sin ser molestados.
   Al amanecer, los franceses pudieron divisar al sur al 15.º regimiento de Húsares. Formaron entonces en dos líneas; delante, el 1.er. Regimiento de Chasseurs a cheval (Cazadores a caballo) (ligero), encabezado por el coronel Tascher, pariente de la Emperatriz
Josefina, y el 8.º Regimiento de Dragones detrás. Sorprendentemente, la caballería francesa recibió la carga inglesa quieta y con descargas de carabina.
   El 15.º Regimiento inglés inició la carga a 400 metros de las líneas francesas. El impacto contra los Chasseurs fue terrible y el ímpetu de los ingleses reventó las filas napoleónicas. Los franceses iniciaron la desbandada hacia el este, perseguidos por el ejército británico. Muchos de ellos fueron hechos prisioneros, lo que supuso la desaparición en la práctica del regimiento de Chasseurs.

Muerte de John Moore
Consecuencias

 
   Poco después, Moore recibió noticias de que el grueso de las tropas francesas se hallaban mucho más cerca de lo que él pensaba, por lo que la acción sobre Soult fue abandonada. La acción de caballería de Sahagún marcó el punto final antes de la larga, dolorosa y desastrosa retirada hacia La Coruña. La presencia británica había servido, como era la intención de Moore, para ganar un tiempo que permitió a los españoles restablecerse y reorganizarse tras las derrotas sufridas en la primera fase de la guerra.







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