eguimos por pistas de tierra, sin desniveles significativos, en una etapa de transición
de la Tierra de Campos al Páramo Leonés, comarcas tradicionales de límites imprecisos.
Moratinos y San Nicolás del Real Camino son los últimos pueblos del trazado francés a su paso por Palencia y ceden el testigo a León, la provincia con más kilómetros de itinerario jacobeo: nada menos que 214,4. Primero se presenta Sahagún, con su mudéjar, y posteriormente una bifurcación al pie de la N-120 que da la opción de continuar hacia Bercianos del Real Camino y El Burgo Ranero o hacia Calzada del Coto y Calzadilla de los Hermanillos. La primera alternativa discurre por un carril construido ex profeso para los peregrinos y sombreado por una fila de árboles sin fin. La segunda, solitaria y por la Vía Trajana, avanza por áreas de monte bajo, matorral y pequeños bosques.
Terradillos de los Templarios. Km 0
Abandonamos la antigua encomienda templaria de Terradillos por una pista de parcelaria que muere en la P-905, también marcada como P-973 (Km 1,4). Un breve tramo de carretera da paso a una pista que avanza entre el cereal y las hileras de chopos, dispuestas junto a los arroyos de San Juan y de la Huelga. Este paisaje nos acompaña hasta Moratinos, penúltimo pueblo del Camino de Santiago a su paso por Palencia que luce bodegas excavadas y casas de adobe: masa de barro mezclada a veces con paja y utilizada para levantar paredes y muros.
Moratinos. Km 3,3
Esta población ya aparece citada en el siglo X, concretamente en el año 955, en la documentación de Sahagún.
En Moratinos aún se conserva el nombre de "calle real" y "Calzada francesa".
La iglesia parroquial de Santo Tomás, de ladrillo, es sencilla. Conserva una Virgen con Niño, del siglo XVI. y una pila bautismal
Llegada a Moratinos |
En Moratinos aún se conserva el nombre de "calle real" y "Calzada francesa".
La iglesia parroquial de Santo Tomás, de ladrillo, es sencilla. Conserva una Virgen con Niño, del siglo XVI. y una pila bautismal
A la altura de la iglesia de Santo Tomás de Aquino giramos a la derecha y salimos de la localidad. Dos kilómetros y medio nos separan de San Nicolás del Real Camino, último pueblo palentino.
San Nicolás del Real Camino. Km 5,8
En el siglo XII, cerca del actual cementerio, hubo un hospital de peregrinos que terminó convirtiéndose en una leprosería regentada por los canónigos de San Agustín.
Fernando III (s. XIII) dedicado al santo de Bari, y que fue conocido con el sobrenombre del "Petit Cavalier", en contraposición al del "gran caballero" de las Tiendas. El hospital, posiblemente ubicado en la actual calle de La Esperanza, tenía aneja una capilla en la que se celebraba como festividad principal la Santa Cruz
En el siglo XII, cerca del actual cementerio, hubo un hospital de peregrinos que terminó convirtiéndose en una leprosería regentada por los canónigos de San Agustín.
San Nicolás del Real Camino |
A la salida de San Nicolás salvamos el río Sequillo y giramos a la derecha para tomar la senda de peregrinos que avanza a la vera de la N-120. Ciento cincuenta metros al norte de ésta discurre la A-231, la autovía del Camino de Santiago. Por la senda traspasamos el límite entre Palencia y León, última provincia castellana que ostenta el récord de kilómetros del Camino. Un total de 214,4 que ya esperan a ser descubiertos (Km 7,7). Progresamos en paralelo a la N-120 y después de cruzarla pasamos el río Valderabuey por un puente de piedra. Accedemos así a una explanada arbolada donde se encuentra la ermita de la Virgen del Puente, de estilo románico mudéjar (Km 10,3).
Un remanso de paz invade el espíritu del peregrino al pasar por la ermita de la Virgen del Puente poco antes de entrar en Sahagún. Se sabe que en este lugar existió un hospital.
Ermita de la Virgen del Puente |
Superado un tercio de la etapa, el Camino nos dirige hasta Sahagún. Evitando la N-120 por debajo (Km 11,6) accedemos al casco urbano de esta localidad leonesa. Tras la calle Ronda de Estación cruzamos el puente sobre las vías, pasamos junto al albergue municipal y continuamos por las calles La Herrería y Antonio Nicolás.
Albergue la Entrada de Sahagún |
Sahagún. Km 13
Este núcleo urbano nace y crece al calor del monasterio Benedictino de San Benito consagrado a los Santos Facundo y Primitivo, mártires de la época romana, según cuenta la tradición. Fue destruido y reconstruido en varias ocasiones, pero es Alfonso III el Magno, el que le da el primer gran impulso al recoger en él a los monjes, que procedentes de Córdoba vienen huyendo de la invasión árabe. Alcanza su máximo esplendor bajo el reinado de Alfonso VI, al concederle privilegios y favores.
Durante este periodo fijaron su residencia en esta villa: Sabios, ricos, artesanos, burgueses y artistas procedentes de la España musulmana, de ahí que se prodigara tanto el arte mudéjar. Se mezclaron culturas y lenguas, conviviendo moros, judíos, francos y castellanos.
Ruinas del Monasterio Benedictino de San Benito |
San Tirso, Sahagún |
Sahagún exhibe el arte mudéjar en las iglesias de San Lorenzo y San Tirso, levantadas por alarifes que prescindieron de la piedra y armaron sus obras con ladrillo. También, al final de la calle Antonio Nicolás, podemos ver el arco barroco de San Benito. Más adelante, salvamos el río Cea - afluente del Esla - Se cruza la ciudad y a la salida, un sólido puente (Puente de Canto) sobre el río Cea, construido en 1085 por orden de Alfonso VI, lleva hacia una chopera a la derecha, donde la historia sitúa la batalla entre Carlomagno y el rey moro Aigolando (muchos miles de muertos y la leyenda de las lanzas de los cristianos que florecieron al ser clavadas en el prado.
Puente de Cantó sobre el rio Cea, a la salida de Sahagún |
La jornada prosigue por un paseo arbolado y paralelo a la carretera de acceso a la N-120. Al pie de la carretera nacional, antes de pasar el desvío a Mayorga, desaparecen los árboles y el paseo se convierte en un andadero.
Rozando la vegetación que nos separa de la carretera salvamos un arroyo y medio kilómetro después cruzamos la N-120. En breve, junto a una marquesina, un cartel de piedra advierte, mal, de la doble alternativa que se presenta: de frente se continúa por el Real Camino Francés hacia Bercianos y el Burgo Ranero. Hacia la derecha, salvando la autovía A-231 por un puente, se accede inmediatamente a Calzada del Coto y desde esta población a Calzadilla de los Hermanillos. También cabe la opción de entrar en Calzada del Coto y regresar al Real Camino Francés por otro puente situado al final del pueblo (de hecho en este punto siempre ha persistido la bifurcación original para tomar un itinerario u otro). Ambas rutas se juntan de nuevo en la siguiente jornada (Km 17,4).
Rozando la vegetación que nos separa de la carretera salvamos un arroyo y medio kilómetro después cruzamos la N-120. En breve, junto a una marquesina, un cartel de piedra advierte, mal, de la doble alternativa que se presenta: de frente se continúa por el Real Camino Francés hacia Bercianos y el Burgo Ranero. Hacia la derecha, salvando la autovía A-231 por un puente, se accede inmediatamente a Calzada del Coto y desde esta población a Calzadilla de los Hermanillos. También cabe la opción de entrar en Calzada del Coto y regresar al Real Camino Francés por otro puente situado al final del pueblo (de hecho en este punto siempre ha persistido la bifurcación original para tomar un itinerario u otro). Ambas rutas se juntan de nuevo en la siguiente jornada (Km 17,4).
Continuamos de frente por el Real Camino Francés. Un carril de tierra, construido ex profeso para los peregrinos y sombreado por una fila sin fin de falsos plátanos (Acer pseudoplatanus), nos acompañará durante los próximos 32,2 kilómetros. Al lado fluye una pista asfaltada utilizada por los peregrinos en bici.
El tránsito hacia Bercianos del Real Camino es bastante monótono y, tras una hora de marcha, a mano izquierda, vemos en una explanada la ermita de Nuestra Señora de Perales (Km 21,5). Más adelante, tras cruzar un arroyo y dejar a un lado la cruz en recuerdo del peregrino alemán Manfred Kress, entramos en Bercianos del Real Camino.
Alternativa:
Aquellos peregrinos que decidan continuar hacia Calzada del Coto y Calzadilla de los Hermanillos deberán girar a la derecha en la bifurcación (Km 17,4) y cruzar el puente sobre la A-231. El itinerario entra seguidamente en Calzada del Coto.
Calzada del Coto. Km 18,1
Esta población estrenó albergue de peregrinos en Semana Santa de 2014. A la salida de la población también es posible regresar al itinerario del Camino Real Francés. En pos de Calzadilla de los Hermanillos se toma una pista que lleva a cruzar las vías del tren (Km 20,2) y después de un tramo solitario por áreas de monte bajo, matorral y pequeños bosques se llega junto a la granja y monte de Valdelocajos (Km 23,2). Cerca de tres kilómetros y medio después aparece la población.
Calzadilla de los Hermanillos. Km 26,5
Tanto Calzada del Coto como Calzadilla, donde hay varios bares, un Centro de Turismo Rural con habitaciones y servicio de restaurante y una tienda, tienen albergue. Los que pernocten en Calzadilla de los Hermanillos continuarán al día siguiente hasta Mansilla de las Mulas, donde se une esta vía con el Real Camino Francés.
Bercianos del Real Camino. Km 23
El nombre de Bercianos del Real Camino Francés indica la procedencia de los primeros pobladores: una colonia del Bierzo leonés. Los documentos más antiguos que mencionan la existencia de Bercianos del Real Camino, datan del año 950 o antes.
El pueblo de adobe y tapial, con su sencilla iglesia de ladrillo, nos muestra una zona pobre e inhóspita, por donde además merodeaba el lobo. Domingo Laffi cuenta un dramático suceso ocurrido entre Bercianos y el Burgo "... Partimos hacia Brunello (Burgo Ranero), situado a cuatro leguas; Mas recorridas tres aproximadamente, dimos con un peregrino muerto y llegaron dos lobos que comenzaron a devorar aquel cuerpo; Les hicimos huir y continuamos hacia Brunello, y llegados a la tarde, fuimos a buscar un capellán para que fuese a levantar el cadáver..."
El nombre de Bercianos del Real Camino Francés indica la procedencia de los primeros pobladores: una colonia del Bierzo leonés. Los documentos más antiguos que mencionan la existencia de Bercianos del Real Camino, datan del año 950 o antes.
El pueblo de adobe y tapial, con su sencilla iglesia de ladrillo, nos muestra una zona pobre e inhóspita, por donde además merodeaba el lobo. Domingo Laffi cuenta un dramático suceso ocurrido entre Bercianos y el Burgo "... Partimos hacia Brunello (Burgo Ranero), situado a cuatro leguas; Mas recorridas tres aproximadamente, dimos con un peregrino muerto y llegaron dos lobos que comenzaron a devorar aquel cuerpo; Les hicimos huir y continuamos hacia Brunello, y llegados a la tarde, fuimos a buscar un capellán para que fuese a levantar el cadáver..."
Cruzando Bercianos del Real Camino |
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